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quarta-feira, 21 de dezembro de 2011

La Responsabilidad Social Empresarial en el proceso de transición tecnológica


En la América Latina las corporaciones comparten tecnologías más avanzadas con sistemas obsoletos. Cuando encontramos sistemas obsoletos tenemos arcaísmos en las culturas organizacionales en las técnicas de trabajo, en las comunicaciones y en las técnicas de gestión. Así, el cambio tecnológico de una empresa, también es un cambio cultural. Adler (2002) amplía esta suposición y señala que, durante años, la gente acreditó que las actividades estaban más allá de la influencia de la cultura organizacional. “Hoy en día, sabemos que el trabajo no es simplemente un resultado de los mecanismos, ni de las tecnologías o tareas. En todos los niveles, la cultura influye profundamente el comportamiento de individuos y organizaciones” (Adler, 2002, p. 25). La RSE no es una benevolencia, pero sí una inteligencia estratégica. Es necesario comprender que la gestión de los cambios no está asociada con la imposición de fórmulas o apuntes establecidos. Pero, cómo cambiar una empresa de manera socialmente responsable si en las empresas la maximización del tiempo siempre ha sido una obsesión desde la ampliación de la velocidad de producción que ha caracterizado a los estilos de los pioneros, como Ford, Taylor y Fayol a los actuales procesos de automatización. Hoy todo cambia en velocidad global. Para garantizar la aceleración de la industria y fomentar el “sentimiento de urgencia” en sus empleados, se exigen también nuevas normas de comportamiento en el trabajo. La sinopsis gana espacio y la introducción de tecnologías en las organizaciones y promueven un amplio rediseño de las estructuras, de los procesos y de los modelos de gestión en todos los sectores como en el ámbito de los servicios, de las finanzas, del marketing; en las empresas del gobierno y en las industrias con sus tecnologías y nuevas formas de trabajo. Responsabilidad Social en el cambio tecnológico Necesitamos buscar una organización inteligente y flexible dónde el ser humano sea mucho más do que un recurso, sea efectivamente un participante intelectual. Así, la realidad que se convierte en un cambio incesante exige modelos de trabajo adaptables a las personas y las nuevas tecnologías. En el contexto organizacional la cultura debe ser analizada e integrada en todos los procesos de transición. Como un elemento importante, la cultura tiene una intensa integración con las tecnologías (...). (Baptista, Renato Dias/Revista Dircom, 2011, n. 92) más en: http://www.revistadircom.com/