Las
empresas están en un acelerado proceso de cambio que ha transformado las relaciones laborales. Esas
relaciones aún no profundamente comprendidas por los empleados y por los
empleadores, generan impactos que necesitan ser gestionados por el liderazgo. La
tarea principal de las estrategias organizacionales es descifrar esa nueva
realidad cultural interna y externa, y generar vínculos con los individuos que
componen los recursos humanos. Para que esto ocurra de modo efectivo es
necesaria la realización de una lectura de la capacidad cognitiva de los
empleados en la absorción de los cambios y de los mecanismos empresariales que
fomentan el aprendizaje.